AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

martes, 30 de marzo de 2010

A quien le pueda interesar


Estos días me voy a peregrinar, es casi una necesidad, lo necesita mi cuerpo, lo necesita mi alma, pero sobretodo, lo necesita mi mente.

De mi cuello una cruz, en mi espalda muchas más. Andaré caminos, buscando aquello, que todavía no he logrado encontrar. Es una pena pensar, que caminaré sabiendo, que hay cosas que no lograré dejar atrás.

Espero que las lluvias del camino limpien mi espíritu, que últimamente anda algo sucio. Conmigo y en mí vosotros, en cada uno de mis pasos.

Os dejo esta arca, no la cuidéis, no vale la pena, aquí no hay nada que mantener a salvo, todo se puede evaporar, sin que nada pase.

Me voy, con la idea de volver, aunque nunca se sabe.

Entretanto y como siempre, mil besos, no a repartir, mil para cada uno.

Noches de piel fria



Mis ojos apenas conseguían permanecer entornados, lo justo para no dejar de ver. Era como un abandonarse sin querer, pero queriendo, ya sabes. Mi cuerpo se excitaba, sólo, quizás por la madrugada, quizás por haber leído tus letras, quizás simplemente por una necesidad biológica, quizás… quien sabe.

Mi mente empezó a crearte, tus manos eran robustas, varoniles, pero suaves, cálidas. Ellas me recorrían dibujando mis curvas, erigiéndome perfecta. Tus labios carnosos se paseaban por mi piel humedeciéndola, erizándola, extrayendo su esencia. Yo me dejaba caer en la pasión, en tu pasión, tan lejana, tan extraña, y tan poderosa a la vez.

La pregunta de siempre en mi mente, yo queriéndola alejar, sabía lo que pasaba cuando no podía contenerla, sabía la imposibilidad de hacerlo, sabía que tú lo sabías, sabía que ella como siempre te iba a alejar. Quería ocupar mi mente en la composición de tu cuerpo, en ese placer tan excitante que me produce imaginar tu pecho cubierto de vello, la oscuridad de tus ojos, tu pelo cubriendo tu frente. Quería inventar tu aroma, el sabor de tu sudor, las marcas de tu piel, quería tenerte, y en ti perderme, quería, quería, quería, pero la pregunta, inevitablemente acudió a mi mente ¿Dónde estás? Y entonces mis ojos se abrieron de repente, ante ellos la de siempre… ya sabes, esa, que todo el mundo teme.

Mis ojos apenas conseguían permanecer entornados, lo justo para no dejar de ver. Era como un abandonarse, para poder encontrarte otra vez, ya sabes, pero como siempre, no hubo una segunda vez, solo un susurro en el ambiente, no me dejes, pero te fuiste, desapareciste, como siempre, vuelve, no te alejes. Una noche más de piel fría, una noche más, de manos vacías.






miércoles, 24 de marzo de 2010

Dos corazones


Dos corazones cuelgan de mi llavero, deberían colgar de vuestro cuello, pero os marchasteis sin mirar atrás

Aquí me quedé, llorando por vuestra ausencia, triste por mi soledad, el tiempo avanza implacable, mientras yo os veo marchar.

Las paredes supuran vuestros recuerdos, el aire remueve vuestro aroma que se quedó impregnando este espacio, que sin vosotros, ya no es lo mismo.

De vuestros ojos brotaron mis lagrimas, aquellas que nadie vio, aquellas que escondí, esas que sigo llorando, las que poco a poco van calando, muy dentro de mí.

Os he querido tanto, me disteis tanto amor, que vuestra energía vive en mi, y mezclada con la mía, nos mantiene unidos, haciéndome ser un poquito mejor, de lo que anteriormente fui.

martes, 23 de marzo de 2010

Neska

Te has ido contenta, y me has dejado muy triste, te voy a echar mucho de menos, dale unos cuantos lengüetazos a Drako de mi parte, aquí no te olvidaremos. Adiós mi loba

sábado, 13 de marzo de 2010

Tanta soledad


Cuarenta y dos, así, sin apenas respirar, da vértigo mirar hacia atrás, por las caídas más que nada. Una pregunta en la mente, ¿Cómo llegaste hasta aquí? Sólo una estúpida respuesta, en la que quizás, es mejor no pensar.

No hay dolor, ¿Quién dijo esa sandez? Pues claro que lo hay, mucho más del que se siente. Y ahora, volver a empezar, de la nada, sin nada. Hay que seguir hacia delante, no quedan más cojones, siempre hay que continuar.

¿y el descanso del guerrero? ¿Dónde está? O es que a caso no hay alivio entre batallas, sólo cuando finaliza la guerra. Por eso hay quien muere de agotamiento, evadiendo su mente de su cuerpo.

Hay tanta soledad en el camino, apenas lánguidas luces que te iluminan de vez en cuando, diminutas hogueras que en algún momento calientan con levedad. Hay tanta soledad, que las lágrimas cristalizan en el silencio, sin que hayan servido para nada, y es que, inevitablemente, hay tanta soledad…


martes, 9 de marzo de 2010

Pensando en ti


Sé, tengo la certeza de que existes, llevo toda la vida buscándote, desde el principio de los tiempos, vago persiguiéndote en sueños.


Soy como barco a la deriva, y me dejo mecer y mimar por brisas de paso que dejo marchar. Pasa el tiempo y mi rumbo sigue equivocado, te sigo buscando, sin saber, si llegará el momento, en que te tendré a mi lado.

Sé que tú también me andas buscando, a veces, el vapor de agua que desprenden tus lágrimas humedece mi alma calando en el lugar donde nacen mis palabras. Me llega tu añoranza, vestida de seda color plata, son susurros de nostalgia que me abrazan por la espalda, en las noches de mis soledades, en las que presiento tu presencia, en las que tanto me haces falta.

Sueño con tu piel templada enredada en mis deseos, vestida con mis miedos. Me sueño deseada, amada, añorada, mil veces conjeturada en tu cerebro, evocada por tus manos, inventada por tus labios. Sueño que te encuentro, que me encuentras, que te tengo, que me tienes, y de tanto soñar, al final, duermo.

jueves, 4 de marzo de 2010

Aunque ya es tarde




Es como caminar por un bosque oscuro, no sé hacia donde debo ir, y aunque me quiero marchar, no sé exactamente cómo debo hacerlo.

Tu voz acalla los susurros del viento, y mi pensamiento se obceca en un sinsentido, que casi dura toda una vida. Hay algo que ata mis sesos a la yema de tus dedos. Son como hilos invisibles pero poderosos, imposibles de romper, y aunque intento y lucho por soltarme, cada vez, me siento más atada.

Busco la llave de los candados que me encierran, a veces con desgana, otras con miedo, y siempre, siempre con el sentimiento de emprender una batalla perdida.

¿Cómo llamarías tú a esto? Seguro que tienes una definición exacta, o mejor aún, seguro que tienes un eterno silencio.

Cada vez cuesta más perdonar, se vuelve muy difícil olvidar, el saco a cada paso pesa más. Sentir se convierte en utopía, el fuego de mi pasión ha quemado mis terminaciones nerviosas, ahora ya, mis lagrimas sólo brotan, cuando se quedan sin aire mis pulmones, cuando mi sangre se espesa de tal forma, que a mi corazón se le hace imposible poderla bombear.

Me siento perdida en ese bosque que oscurece sin remedio, ese bosque cada vez más frio, más silencioso, más inhóspito, ese bosque, en el que tu presencia, ya no hace que salga el sol, en el que tu presencia, lo empapa todo de soledad.

Escucha un momento, y mientras me recompongo, dejemos a un lado la monotonía, aunque ya es tarde, atrevámonos a soñar.