Tengo la sensación de andar en un círculo cerrado que siempre me lleva al mismo lugar, y la certeza de haberme equivocado.
Ya no queda nada, las lágrimas se secaran y de nada servirá haber llorado. No hay palabras de consuelo, sólo un triste silencio. Solo queda empezar de nuevo, reinventar la vida, no salir huyendo.
Llueve sobre mojado, y no hay sol que pueda secar los charcos. Ando descalza por tierras de fuego que queman mis pies, no puedo correr. No hay miradas de consuelo que apacigüen mis miedos, sólo gente que mira hacia otro lado. No hay nada, solo silencios, solo distancia, vivir así, es como morir en tierra extraña.
Debo respirar, oxigenar mi mente embotada de tanto amar a nada
y a nadie, no existe mi verdad, sólo paz, la que deja el sufrimiento,
la que ayuda a vivir, la que ayuda a avanzar, la que enseña a
soñar, la que ilumina el camino, por el que quiero pasear en
soledad.