AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Hasta la eternidad




Estas aquí sentada junto a mi cama, observándome preocupada, tus manos entrelazadas con tu rosario de plata, te miro con calma, me sonríes, sigues igual de guapa.
Sé que si has venido, es que mi tiempo se acaba, no siento miedo ni pena, me llevo en la maleta muchas cosas bellas.
Galopan en mi mente recuerdos de juventud, los besos bajo el olivo, y las tortas de azúcar en el banco del paseo marítimo.
Huelo la leña de nuestra hoguera, donde con infinita paciencia tostabas el pan para la cena, y llegan a mis oídos los alegres gritos de los niños, que corriendo por la escalera, bajaban a la caza de la “tosta” con manteca.
Recuerdo la mesa de navidad, con nuestros hijos y nietos cantando villancicos, entre turrón y turrón, y deseos infinitos.
Juntos hemos sido felices, con nuestras penas, como todos, pero con muchas alegrías.
Y me marcho, con el recuerdo de nuestro hogar, de los años en él vividos, con ese aroma a mar, que impregna mi cuerpo marchito. Me marcho, con los huesos doloridos de tanto trabajar, con la satisfacción de ver a nuestros hijos crecidos, con la suerte del que te ha podido amar, con la tristeza de haberte perdido.
Y partiré, decidido, sin mirar atrás, oyendo las voces de nuestros nietos cantar, una bella despedida, que quizás, me haga llorar. Partiré, llevándome mucho más de lo que nunca pude soñar, historias de un abuelo, que fue feliz de verdad.
Siento que ya no me queda nada por hacer, que ya todo lo he vivido.
Me alegra que estés aquí, sé porque has venido.
Observo tu alianza en mi mano. Te la enseño y te pregunto… ¿te quieres casar conmigo? Tú sonríes, con la misma sonrisa aniñada de 63 años atrás.
Te levantas, ha llegado el momento… yo me voy contigo.
Me esperas, y cuando estoy a tu lado me besas, hemos de emprender camino…que paz, que calma, por fin estaremos juntos, como siempre hemos querido.

lunes, 28 de mayo de 2007

Mi reflejo




Todo aquel tiempo que perdí, imposible ahora de recuperar, se fue dejando grabados en mi alma, aquellos momentos fruto de mi error.

De todo se aprende, me digo con calma. Y aprender aprendí, aunque quizás no me valió de nada.
No me mires así, tú eres la de siempre, la misma que yo. Por más que lo intentes, allí, reflejada. Sabes, como cada mañana, que hoy… no cambiará nada.

lunes, 14 de mayo de 2007

Querido diario




Martes 16 de enero de 2007

Querido diario:

Hoy ha sido un día nefasto, en clase de física el imbécil de Alfredo y sus amigos no han parado de meterse con Ramón. Se han pasado toda la hora tirándole papelitos, y él como siempre callado. Cuando la “seño” ha salido por la puerta, le han llamado maricón, y ahí ya no he podido más, me he levantado, he ido directo a Alfredo y le he dicho que si tenía algún problema, él riéndose me ha contestado: - “cuidadín que viene el machomen a proteger a su novio” – no sé que me ha pasado, pero le he atizado un puñetazo del quince. No veas la que se ha liado, todos los de clase se han puesto a chillar, y ha entrado la “profe”, que nos ha expulsado de la clase a los dos.
Han llamado a mi madre al trabajo, así que imagínate lo contenta que se ha puesto, tan contenta, tan contenta, que ha venido a buscarme al “cole”. Para colmo de males, yendo para casa estaba tan nerviosa repitiéndome una y otra vez, lo muchísimo que papá y ella tienen que trabajar para pagarme este colegio, que no se ha dado cuenta que el del coche de delante ha parado, y le ha dado por detrás. Mejor no te repito sus palabras.
Ahora sólo espero que mi padre haya pasado un buen día y venga de buen humor, porque sino la que me va a caer va a ser pequeña.
¡Te dejo que he oído la puerta!, creo que es papá, voy a sacar el libro de historia. Ciao

PD: Lo peor del día ha sido la cara con la que me ha mirado Clara cuando me han expulsado, creo que la he decepcionado.


Miércoles, 17 de enero de 2007

Querido diario:

Ayer tuve una charla de hombre a hombre con mi padre, él ya sabe lo de la homosexualidad de Ramón, así que me ha dicho que hice lo que tenía que hacer, pero que claro, de cara a la sociedad y sobretodo a mamá, no me podía dar la razón, así que palmadita en la espalda y un mes sin salir. ¡Bueno, podría ser peor!
Ramón me ha hecho jurarle que nunca más va ha pasar lo de ayer, que las palabras de Alfredo me tienen que resbalar tanto como a él, que no hay peor desprecio que no hacer aprecio, y tiene toda la razón, aunque al final y muy a su pesar, me ha reconocido que esta mañana a sentido cierto placer, al verlo entrar con un ojo a la virulé.
Voy a darle una vuelta a Terry, que está aquí a mi lado dando saltitos y lloriqueando para que lo saque, así que, Ciao hasta otro ratito.

PD: Clara hoy ni me ha mirado en todo el día, voy para atrás como los cangrejos.


Jueves, 18 de enero de 2007

Querido diario:

Ayer cuando te dejé, me puse a escribirle una carta a Clara, ya no podía más, tenía que decirle lo que siento por ella, y saber de una vez cuales son sus sentimientos. Así que Ramón y yo, hemos tramado un plan. Esta tarde, después de clase, él se ha ido con ella a su casa para repasar química, y como quien no quiere la cosa le hablará de mí, según como reaccione ella, ¡zasca! le dará la carta. Lo peor es que la carta no es una carta, porque como no sabía que ponerle, pues mira, le escribí una poesía. ¡Dios que vergüenza! ¡Ah! Suena el teléfono, te dejo, puede que sea Ramón, quedamos que cuando saliera de casa de Clara me llamaría. Ciao.



Viernes, 19 de enero de 2007

Querido diario:

¡Estoy que me salgo! Ramón me contó que Clara, decir lo que se dice decir, no dijo mucho, pero que no hizo falta porque en cuanto él me nombró, a ella se le puso una cara de “tontilona” que tiraba de espaldas. Bueno, el caso es que le dio la carta, ella la leyó y sonrío. Así que ya me ves a mi esta mañana, tan repeinado y perfumado que mi madre cuando me ha visto me ha dicho - ¡hijo! ¿Qué te ha pasado? Que parece que te haya lamido una vaca - Yo haciendo acopio de mi gran personalidad, no le he hecho ni caso, y me he marchado al “cole”. Pero cuando entraba por la puerta me temblaban las piernas. He pasado un día de perros, porque Clara ni me ha mirado en todo el día, hasta que ha sonado la campana de la última clase, y antes de marcharse se ha acercado a mí y me ha dado un papel, me ha sonreído, y se ha ido. Cuando lo he abierto, era una nota que ponía:

Sábado a las 18,00 en la puerta del cine de la calle mayor.

Clara

¡Que ganas tengo de que sea mañana a las seis de la tarde!
En fin, te dejo porque Terry tiene cara de estar a punto de explotar, y como haga como el otro día que se meó en el pasillo, mi madre me mata. Ciao.



Sábado, 20 de enero de 2007

Querido diario:

Esta mañana me he levantado temprano, me he ido a comprar el pan y esos bollitos que tanto le gustan a mamá, luego he cortado el césped y he recogido mi cuarto, todo con un claro propósito, ablandar el corazoncito de mamá, ¡pero ni por esas!. Cuando le he preguntado que si esta tarde podía ir al cine, se ha echado a reír y me ha dicho – ¡ya me extrañaba a mí, tanto ajetreo matutino!, pues mira ¡no!, cuando aprendas a comportarte como una persona civilizada, podrás salir, mientras, en casa encerradito, como las fieras.- Le he rogado, suplicado, prometido que no volverá a suceder, le he propuesto limpiarle los cristales durante dos meses, y nada, ¡bueno sí! me ha dicho que por chantajista le voy a limpiar los cristales, no dos, sino tres meses. En fin que no ha habido manera, y he tenido que pasar al plan B. Le he contado a mi padre lo de Clara, así que haciéndole revivir sus días de ligón, ha dicho que me ayudaría a escapar.
Pero la desgracia se ha cebado con nosotros, y mi madre ha pillado a mi padre vigilando en el pasillo, mientras yo intentaba abrir la puerta sin hacer ruido. Mi padre a querido explicarle no sé el que, porque la cosa estaba clara, pero además ha dado igual, porque mi madre no le ha dejado. Nunca la había visto tan enfadada, y eso que hemos tenido nuestros momentos, pero la peor parte se la ha llevado papá. Lo siento por él.
Te dejo, hoy es un día muy triste. Ciao.

Domingo, 21 de enero de 2007

Querido diario:

Llevo todo el día encerrado en mi habitación, sólo he salido para comer.
He visto como papá le daba un beso en el cuello a mamá, mientras ella llevaba la paella a la mesa, mamá ha sonreído. ¡Me alegro por ellos!
Sólo espero que Clara no esté muy enfadada y pueda perdonarme.
Ciao.


Lunes, 22 de enero de 2007

Querido diario:

Hoy he llegado al colegio cabizbajo y meditabundo, arrastrando el alma. Cuando he visto a Clara se me ha acelerado el corazón, tenía el semblante serio, se la veía triste, pero estaba guapísima. No he podido acercarme a ella porque todo el rato estaba con la pesada de su amiguita. Ramón, en un par de ocasiones ha intentado entretenerla para que Clara se quedara sola, pero no ha habido manera. Ha sonado la campana de la última clase, y cuando ya creía que iba a ser otro de tantos días perdidos, Clara se me ha acercado, me ha dicho - ¡perdona! – me ha dado un papel y ha salido corriendo.
He abierto el papel, que dice así:

Permanezco sentada en el suelo, queriendo escuchar, y escucho tu voz, llamándome en silencio. No sé si es un sentimiento, o quizás, mi pensamiento. Te necesito cerca, pero no te tengo. Te quiero imaginar, a mi lado, en el tiempo. Y de tanto desear, te siento muy, muy dentro. Hay un camino que andar, que juntos, quizás andemos. Que bonita realidad, escrita en el firmamento. Así, tu y yo, unidos, en un eterno momento.

Siento no haber podido ir al cine, tuve que ir con mis padres a casa de mis tíos.
Espero que puedas perdonarme.

Clara.

¡Que si la podré perdonar, dice!, ¡Jolines!, hoy es el mejor día de mi vida, mañana me presento en el “cole” repeinado y con una rosa.
Te dejo, que le voy a dar a Terry una vuelta de hora y medía, hoy tiene que ser un día especial para todos. Ciao.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Mi equilibrio




Cuando me duele el pecho, porque me falta el aire, y mi sangre se espesa haciendo que mi corazón bombee con dificultad. Cierro los ojos e imaginando los tuyos, me pierdo en su verde mirada, que templando el equilibrio de mis emociones, me hace sentir libre, en este mundo, que sin ti, tanto miedo me da.

Para todos los vanidosos




VANIDAD: Reconocimieto de las propias virtudes.