Extiendo mis alas gris nube, suaves, como de algodón, y mi cuerpo desnudo se estira queriendo absorber las gotas de lluvia que caen sobre él. Tu sombra lo cubre todo, y un escalofrío recorre mi espina dorsal.
Un aire frio se levanta ondeando mi pelo suelto, que irremediablemente se enreda sobre mi espalda. Tu voz como un trueno grita mi nombre, y yo, abro mis brazos queriéndolo abarcar todo, todo tu mundo, todo lo que eres, todo lo que somos.
Tus manos poderosas alcanzan mi cintura y poco a poco me acercan a ti. Percibo el calor que desprende tu cuerpo, y las gotas que me cubren se evaporan desapareciendo, sin dejar rastro ni recuerdo.
Te tengo tan cerca que percibo el latir de tu corazón en tu cuello, es ese mi universo, mi centro, mi tierra… y mi cielo, simplemente… no puedo, ni puedo, ni quiero, no puedo sin ti, no puedo. Te abrazo, beso tu cuello, suspiras… y cruje el cielo, diluvia sobre nuestros cuerpos, acaricio tus alas, somos dos seres, dos seres eternos, eternos de tanto amar. De tanto amarnos… se estremece el firmamento.
Un aire frio se levanta ondeando mi pelo suelto, que irremediablemente se enreda sobre mi espalda. Tu voz como un trueno grita mi nombre, y yo, abro mis brazos queriéndolo abarcar todo, todo tu mundo, todo lo que eres, todo lo que somos.
Tus manos poderosas alcanzan mi cintura y poco a poco me acercan a ti. Percibo el calor que desprende tu cuerpo, y las gotas que me cubren se evaporan desapareciendo, sin dejar rastro ni recuerdo.
Te tengo tan cerca que percibo el latir de tu corazón en tu cuello, es ese mi universo, mi centro, mi tierra… y mi cielo, simplemente… no puedo, ni puedo, ni quiero, no puedo sin ti, no puedo. Te abrazo, beso tu cuello, suspiras… y cruje el cielo, diluvia sobre nuestros cuerpos, acaricio tus alas, somos dos seres, dos seres eternos, eternos de tanto amar. De tanto amarnos… se estremece el firmamento.