AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Eternamente


Extiendo mis alas gris nube, suaves, como de algodón, y mi cuerpo desnudo se estira queriendo absorber las gotas de lluvia que caen sobre él. Tu sombra lo cubre todo, y un escalofrío recorre mi espina dorsal.
Un aire frio se levanta ondeando mi pelo suelto, que irremediablemente se enreda sobre mi espalda. Tu voz como un trueno grita mi nombre, y yo, abro mis brazos queriéndolo abarcar todo, todo tu mundo, todo lo que eres, todo lo que somos.
Tus manos poderosas alcanzan mi cintura y poco a poco me acercan a ti. Percibo el calor que desprende tu cuerpo, y las gotas que me cubren se evaporan desapareciendo, sin dejar rastro ni recuerdo.
Te tengo tan cerca que percibo el latir de tu corazón en tu cuello, es ese mi universo, mi centro, mi tierra… y mi cielo, simplemente… no puedo, ni puedo, ni quiero, no puedo sin ti, no puedo. Te abrazo, beso tu cuello, suspiras… y cruje el cielo, diluvia sobre nuestros cuerpos, acaricio tus alas, somos dos seres, dos seres eternos, eternos de tanto amar. De tanto amarnos… se estremece el firmamento.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Arcoíris en las esquinas


Despierto junto a ti como cada mañana desde hace tantos años. Observo tu cuerpo ya maduro que acusa el paso del tiempo. Ahora me gusta más, pues habla de tantos días que vivimos juntos.
Aprieto mi cuerpo contra el tuyo, y tú me recibes cálido. En un intento desesperado, inspiro queriendo absorber ese calor, que es la energía de mi batería.
Mi mirada resbala por tu perfil griego en el que tantas veces han descansado mis sueños, y tú, sintiéndola, entreabres tus ojos verdes que iluminan nuestra habitación, agitando olas de ternura entre las sombras.
Un amor pasional es el nuestro, un amor loco, desmedido, cruel, un amor que nos hace subir a lo más alto, y bajar a lo más bajo, que nos une y nos separa, un amor que nos da la vida, y que de tanto amar, nos está matando.
Tus manos recorren mi cuerpo, manos masculinas, viriles, manos que antaño fueron el sueño de mis deseos prohibidos, esas tus manos, que siempre han sido certeras, suaves, y que han moldeado mi cuerpo convirtiéndolo en el centro de mis sentidos, en el centro de tu universo.
Da igual el día, la hora, el momento, sabes que siempre estoy dispuesta para ti, nunca me he podido negar a tu tentación, pierdo el oremus contra tu cuerpo. Tus labios besan mi cuello, y mi piel se eriza, se eriza tirando de aquí y de allá, arqueo mi espalda, necesito más, más de ti, de tu cuerpo, necesito más, y eres tú quien me lo puede dar.
Tu piel huele a tarde de tormenta, y en nuestra habitación vuelan bajo, pájaros imaginarios que nos envuelven con sus trinos. Llueve sobre nuestras sabanas, pequeñas gotas de plata que nos empapan haciendo brillar nuestros cuerpos. Eres todo luz, y mi piel reflectante, dibuja arcoíris en las esquinas, esquinas en las que hace ya años, grabé tu nombre y el mío.
Me observas en silencio, noto como consigues leer mi pensamiento, y entonces oigo tu voz, sin que se muevan tus labios, “te quiero”, y así lo siento, no lo dices, no lo digo, pero lo presientes, lo sé, igual que yo. No hace falta pronunciarlo, tú y yo no necesitamos palabras, pero aún así, necesito decirlo, quiero que lo oigas, quiero oírlo,” te quiero”, te digo, y tú repites, “te quiero”.
La brisa marina mece los cascabeles que cuelgan en el ventanal. Suave sintonía que recorre las estancias en las que descansan nuestras vidas, nuestros hijos, nuestro amor. Rayos de sol se cuelan por las persianas, y nuestro hogar luce dorado, cálido, acogedor. En cada mueble, cada detalle, está impresa nuestra felicidad, nuestros sueños, nuestra pasión. Sus paredes desprenden un ligero olor a incienso que junto a la luz anaranjada de las lámparas de sal, le dan ese aire equilibrado, sereno, le dan esa paz, que sólo en él logramos encontrar.
Somos como el yin y el yang, como el frio y el calor, como la tormenta y la calma, como la muerte y la vida, como la mente y el cuerpo, como el sí y el no. Sin el uno no hay el otro, sin ti no hay yo. Soy el complemento del que depende tu existencia, y yo, sólo existo dentro de ti.
Me acurruco a tu lado, escuchando tu corazón, Pum pum, Pum pum, acompasado al mío, Pum pum, Pum pum, dos cuerpos, dos corazones, y un único latido. Te adormeces, me adormezco, y una voz suave, se escucha como un suspiro,”dame una ilusión, y yo ,te regalaré mis sueños”.