AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

jueves, 30 de septiembre de 2010

A mi perro de tres patas

Envuelta en unos de mis silencios, te observo detenidamente. En tus ojos, si no fuera porque es de día, diría que brilla en ellos la luz de la luna. Pero no de esa luna triste y fría de los ignorantes sentimentales. Sino el de la luna enamorada, de la luna tierna como una madre, de la luna cálida que baña la selva, mientras los que duermen, duermen, y los que no, hacen lo que pueden. Y entonces recuerdo la primera vez que los vi, no había ni luna, ni sol, ni estrellas en ellos. Eran opacos, sin brillos ni destellos.

Me miras con ojitos de enamorado, como adorándome en extremo, y yo sonriéndote triste, te imploro, no me adores, ni te enamores, no lo hagas, no lo merezco, pero tú, lo sigues haciendo, o eso creo.

Caminando tras de ti, por el interminable paseo de la playa, observo tu gracioso caminar renqueante. Imposible pasar inadvertidos, y la gente, como queriéndose sentir mejor, te admiran y dedican palabras de alago y cariño, ¡qué pena! ,¡pobrecito!, ¡qué preciosidad! Pero se equivocan, es fácil ser tan generoso cuando ya no hay problema, cuando no hay que involucrarse, y tú los miras, sin entender esos raros ruidos que hacemos los humanos. Y yo contengo mis ganas de gritar, ¡no! ¡No señores! Fue qué pena, fue pobrecito, pero ya no lo es, ahora es uno más de tantos perros que conviven con sus dueños en sus casas, pero todavía quedan muchos que pena, y muchos pobrecitos esperando en las perreras una oportunidad para ser y hacer feliz a los que los rodean. Pero claro, supongo que eso es otra historia.

Ahora duermes feliz en esa camita tan chula que te hemos comprado, levantas tus orejas al oírme llegar, y en tus ojos brilla la luna, ahora llena, eternamente bella, y en tu mirada tanta ternura que me estremezco, desprendes tanto amor, que llenas los espacios de paz.

Y hay quien dice que te ha tocado la lotería, pero yo pienso que la suerte ha sido mía, y doy gracias al destino, que te puso en mi camino.