AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cuando...




Cuando el amor llega en su eternidad, en su para siempre.
Cuando lo perdonas todo, porque no hay nada que perdonar.
Cuando el cielo es del color de sus ojos, y tu piel huele a su piel.
Cuando la pasión nace con un simple recuerdo, y cada noche tienes con quien soñar.
Cuando un triste día todo se acaba, y el para siempre es un nunca más.
Cuando ya no perdonas, porque no se puede perdonar.
Cuando el cielo esta gris, y tu piel fría como la escarcha sobre el cristal.
Cuando la pasión muere, y ya no puedes soñar.
Cuando la nada es un todo, y no queda nada por lo que continuar.
Es hora de decir adiós, y marcharse… sin mirar atrás.


martes, 12 de febrero de 2008

Sin tí


Todavía sentía sus manos sobre su cuerpo, todavía le ardía el alma, pero ella ya no estaba. Había marchado a otro sitio, a otro lugar. Ni siquiera se había despedido, ni un beso, ni una caricia, ni un adiós. Y él, desnudo de cuerpo y alma, en la soledad absoluta, observaba cómo el mundo oscurecía. Oía el crujido de la desesperación, él se lo había dicho –no puedo vivir sin ti-, pero ella no le había hecho caso, sólo una ligera sonrisa para una verdad tan dolorosa. Ahora todo cambiaría, ella siempre lo recordaría, en sus oídos resonarían como martillos incansables golpeando sin cesar una y otra vez sus palabras, -no puedo vivir sin ti-. Ahora, formaría parte de su vida para siempre, ella nunca le podría olvidar.
El sueño se apoderaba de él, el sueño eterno en el que deseaba descansar. Mientras se adormecía recordó sus ojos castaños, sus labios de seda, y el olor de su piel. Sonrió tranquilo, sereno, lleno de amor, de paz, y en su último suspiro con un leve susurro se despidió…Adiós, vida mía.