En este tiempo cansino de desesperanza, he llorado cientos, miles de lágrimas. Han llorado mis ojos, ha llorado mi alma, he llorado en la roca, que tanto te extraña.
Te he buscado en mis sueños, te he buscado en mi playa, pero tú te has marchado, allí, donde no llegan mis palabras.
Sólo me queda tu silencio, silencio que quema y mata, silencio por el que navego, en un barco de añoranza.
Ni el tiempo ni la distancia, apagaran tu recuerdo, que despacito y sin yo saberlo, se me metió muy, muy dentro.
Sólo espero que algún día, al recordar mi recuerdo, una brizna de alegría, salpique el brillo, de esos tus ojos negros.
2 comentarios:
Bellísimo como todo lo que escribes, ojalá y algún día el dueño de este recuerdo pueda leerlo.
Felicitaciones y mil besos
Gracias anónimo, me alegra que te guste lo que escribo.
Hay cosas que no hace falta leerlas para saberlas o sentirlas, yo simplemente espero eso.
Mil besos.
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