Todo aquel tiempo que perdí, imposible ahora de recuperar, se fue dejando grabados en mi alma, aquellos momentos fruto de mi error.
De todo se aprende, me digo con calma. Y aprender aprendí, aunque quizás no me valió de nada.
No me mires así, tú eres la de siempre, la misma que yo. Por más que lo intentes, allí, reflejada. Sabes, como cada mañana, que hoy… no cambiará nada.
No me mires así, tú eres la de siempre, la misma que yo. Por más que lo intentes, allí, reflejada. Sabes, como cada mañana, que hoy… no cambiará nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario