Y el tiempo pasa, la vida sigue adelante, los días se suceden unos a otros, junto con las semanas, los meses, y los años. Y yo sigo ahí, sentada, esperando, viendo la vida pasar, respirando.
Diríase que es una triste leyenda, pero nada más lejos, porque para mí, eso, es esperanza. Esperanza de que algo cambie, o cambie todo.
A veces, mientras doy sosiego a mi cuerpo en la espera, mi mente se acelera, y llega a todas aquellas cosas que quiero mantener lejos, porque todavía duelen, queman y rasgan heridas, que jamás llegaran a sanar.
A veces, mi esperanza se desespera mientras espera, pero dime ¿en qué momento se apaga una estrella?
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