AQUELLOS SILENCIOS QUE MI ALMA HA GUARDADO DURANTE TANTOS AÑOS,AHORA HABLAN EN ESTE RINCÓN PERDIDO, EN EL QUE SE ENTREMEZCLAN LOS ECOS DE LO REAL Y LO IMAGINARIO, QUE LLEGAN, DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MIS ADENTROS.

Tú acomódate, desnuda tu cuerpo y tu alma, embriágate del aroma a sándalo… y sueña.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Arcoíris en las esquinas


Despierto junto a ti como cada mañana desde hace tantos años. Observo tu cuerpo ya maduro que acusa el paso del tiempo. Ahora me gusta más, pues habla de tantos días que vivimos juntos.
Aprieto mi cuerpo contra el tuyo, y tú me recibes cálido. En un intento desesperado, inspiro queriendo absorber ese calor, que es la energía de mi batería.
Mi mirada resbala por tu perfil griego en el que tantas veces han descansado mis sueños, y tú, sintiéndola, entreabres tus ojos verdes que iluminan nuestra habitación, agitando olas de ternura entre las sombras.
Un amor pasional es el nuestro, un amor loco, desmedido, cruel, un amor que nos hace subir a lo más alto, y bajar a lo más bajo, que nos une y nos separa, un amor que nos da la vida, y que de tanto amar, nos está matando.
Tus manos recorren mi cuerpo, manos masculinas, viriles, manos que antaño fueron el sueño de mis deseos prohibidos, esas tus manos, que siempre han sido certeras, suaves, y que han moldeado mi cuerpo convirtiéndolo en el centro de mis sentidos, en el centro de tu universo.
Da igual el día, la hora, el momento, sabes que siempre estoy dispuesta para ti, nunca me he podido negar a tu tentación, pierdo el oremus contra tu cuerpo. Tus labios besan mi cuello, y mi piel se eriza, se eriza tirando de aquí y de allá, arqueo mi espalda, necesito más, más de ti, de tu cuerpo, necesito más, y eres tú quien me lo puede dar.
Tu piel huele a tarde de tormenta, y en nuestra habitación vuelan bajo, pájaros imaginarios que nos envuelven con sus trinos. Llueve sobre nuestras sabanas, pequeñas gotas de plata que nos empapan haciendo brillar nuestros cuerpos. Eres todo luz, y mi piel reflectante, dibuja arcoíris en las esquinas, esquinas en las que hace ya años, grabé tu nombre y el mío.
Me observas en silencio, noto como consigues leer mi pensamiento, y entonces oigo tu voz, sin que se muevan tus labios, “te quiero”, y así lo siento, no lo dices, no lo digo, pero lo presientes, lo sé, igual que yo. No hace falta pronunciarlo, tú y yo no necesitamos palabras, pero aún así, necesito decirlo, quiero que lo oigas, quiero oírlo,” te quiero”, te digo, y tú repites, “te quiero”.
La brisa marina mece los cascabeles que cuelgan en el ventanal. Suave sintonía que recorre las estancias en las que descansan nuestras vidas, nuestros hijos, nuestro amor. Rayos de sol se cuelan por las persianas, y nuestro hogar luce dorado, cálido, acogedor. En cada mueble, cada detalle, está impresa nuestra felicidad, nuestros sueños, nuestra pasión. Sus paredes desprenden un ligero olor a incienso que junto a la luz anaranjada de las lámparas de sal, le dan ese aire equilibrado, sereno, le dan esa paz, que sólo en él logramos encontrar.
Somos como el yin y el yang, como el frio y el calor, como la tormenta y la calma, como la muerte y la vida, como la mente y el cuerpo, como el sí y el no. Sin el uno no hay el otro, sin ti no hay yo. Soy el complemento del que depende tu existencia, y yo, sólo existo dentro de ti.
Me acurruco a tu lado, escuchando tu corazón, Pum pum, Pum pum, acompasado al mío, Pum pum, Pum pum, dos cuerpos, dos corazones, y un único latido. Te adormeces, me adormezco, y una voz suave, se escucha como un suspiro,”dame una ilusión, y yo ,te regalaré mis sueños”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no te leía... bello como todo lo que escribes.

Miles de besos

Vanidades dijo...

Gracias por tus palabras y por tu lectura. Espero que sigas visitándome, me encanta compartir desván contigo.
Mil besos

Anónimo dijo...

Y como sabes quien soy que te gusta compartir tu desván conmigo?


Miles de besos

Vanidades dijo...

Lo cierto es que no sé quién eres, y tampoco me importa, respeto que no te quieras dar a conocer, pero me gusta compartir desván con cualquiera que le guste leerme.
Mil besos.

Anónimo dijo...

gracias por no importarte

Vanidades dijo...

Bueno bueno, quizás me he expresado mal, el caso es que lo de que no me importa no era por el lado negativo de, me importa una… quien seas, sino todo lo contrario, iba por el lado absolutamente positivo de, no necesito saber quién eres, para querer compartir desván contigo. Perdona si te ha molestado, porque para nada era mi intención.
De todas formas te noto un tanto drastic@, y eso se refleja como negatividad. En esta vida se puede mirar hacia el lado de luz o hacia el lado de oscuridad, hay que intentar mirar siempre hacia el lado de luz, porque eso nos hace ser más felices.
Mil besos.