En la noche plateada de estrellas tristes y solitarias, tus ojos descubren mi cuerpo, carente de curvas, y de pechos pequeños, que tus manos cubren haciéndome delirar de excitación. En esta noche con aroma a jazmín y brisa cálida del mediterráneo, tus labios saborean mi piel que se eriza con tu contacto, y entremezclamos sudores mientras tu cuerpo se acopla al mío, entre gemidos, que cortan mi respiración, tu respiración, nuestros suspiros.
En la noche silenciosa, que es cómplice de nuestra pasión, tu cuerpo, mi cuerpo, nosotros dos, en la unión, con ardor, al compas, sobre mí, sobre ti, juntos los dos. En esta noche en la que pierdo el sentido, el rumbo, la dirección. En esta noche en la que muero, renazco, vibro, en la que te tengo, te pierdo, te poseo, y tú me observas con tus ojos enamorados velados de pasión, y como con esfuerzo, como con dolor, me dices… te quiero. Y yo, muero, muero por dentro, y por fuera quemo, y tu piel y la mía arden juntas, se funden, y pienso, no sé si habrá cielo, pero si existe, seguro, no es mejor que esto.
2 comentarios:
me dices… te quiero. Y yo, muero, muero por dentro, y por fuera quemo, y tu piel y la mía arden juntas, se funden, y pienso, no sé si habrá cielo, pero si existe, seguro, no es mejor que esto.
Es un hecho que no es mejor
Mil besos
O quizás sea justamente eso, la eternidad de ese sentimiento.
Besos.
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